Llevar un buen control de costes es esencial para disfrutar de un buen funcionamiento y conseguir la rentabilidad de una empresa, independientemente de su tamaño o actividad, ya que para gozar de una buena salud económica, primero debes saber cuánto gastas y en qué lo gastas.

Aunque durante la época de crisis financiera se ha intensificado el control de costes en las empresas de nuestro país, lo cierto es que debería ser una tarea totalmente habitual e indispensable dentro de una empresa.

De hecho, desde AYCE Laborytax creemos que se debería informar a todos los empleados de la necesidad de implantar una política de control de costes, para así implicar a todos los departamentos de la empresa y facilitar ese control.

Sin embargo, la realidad es que son muchas las empresas que desconocen por completo los costes de los productos que compran o de los servicios que contratan, lo que se muestra como un problema que puede incidir muy negativamente tanto en el funcionamiento, como en la rentabilidad de la propia compañía.

Las razones por las que necesitas controlar los costes de tu empresa de una vez por todas

 

Al hablarte de la necesidad de llevar un control de costes en tu empresa, seguro que la primera razón que te viene a la cabeza es la de reducir los gastos. Sin duda, es una razón importante pero no la única.

Controlar los costes de tu empresa no solo te ayudará a gastar menos, sino también a hacer un uso mucho más eficiente de los recursos de tu negocio, que se traducirá en una mayor competitividad para la empresa, y en otros muchos beneficios.

Muchas empresas creen que el éxito está en vender lo máximo posible, pero lo cierto es, que la fórmula del éxito es vender lo máximo posible, pero con la menor aplicación de costes.

¿Qué diferencia hay entre el coste y el gasto de una empresa?

Uno de los pilares básicos para el buen funcionamiento y rentabilidad de una empresa, es su control de costes y control de gastos.

Para llevar un control de costes de tu empresa, lo primero es entender la diferencia existente entre coste y gasto ya que, aunque en muchos casos ambos términos se traten como sinónimos, no son lo mismo.

  • Coste: valor que tiene cualquiera de los gastos que se deben realizar para poder producir bienes o servicios: materias primas, mano de obra, insumos, etc.
  • Gasto: se trata de una salida de dinero por parte de la empresa, que reduce los beneficios de la propia empresa, y que está enfocado a la realización de actividades de distribución o venta del producto, administración o mantenimiento de la propia empresa, como sería, el sueldo de los empleados.

Para entender mejor el alcance de esta diferencia, podríamos decir que el coste es una inversión, y está estrechamente ligado al precio de venta final que tendrá un producto o un servicio.

Por otro lado, el gasto genera una contraprestación en bienes o servicio, que contribuye al proceso productivo de la propia empresa.

Mientras que el coste tiene su origen en la fábrica o en la producción, los gastos se originan en la administración y comercialización de la empresa.

¿A qué costes y gastos debe enfrentarse una empresa?

Las empresas, al tratar de llevar un control de costes de producción o distribución, deben diferenciar entre tres elementos diferentes:

  • Valor de los materiales directos: todo aquello que se utiliza para la fabricación de productos o para la prestación de servicios.
  • Mano de obra directa: todos aquellos costes originados por el factor humano.
  • Coste indirecto de fabricación: costes que se han generado a lo largo de un proceso de producción, así como en el lugar en el que se llevará a cabo la prestación de un servicio.

Si nos centrásemos en un control de los gastos, habría que fijarse en aquellos desembolsos que no pertenecen a la producción o a la prestación de servicios:

  • Administrativos: gastos generales para el buen funcionamiento de una empresa.
  • Ventas: gastos cuyo objetivo es aumentar la venta de productos o servicios.
  • Financieros: corresponden a intereses de financiación de la empresa.

Consejos para mejorar el control de costes de una empresa

Una vez hemos tratado la importancia de controlar los costes de una empresa, y tenemos clara la diferencia entre coste y gasto, a continuación nuestros especialistas en asesoramiento contable comparten una serie de consejos tanto para reducir como para controlar los costes en una empresa, con el objetivo de favorecer su rentabilidad y potenciar su crecimiento:

  1. Diseñar un presupuesto mensual tanto de costes como de gastos, y no sobrepasarlo bajo ningún concepto.
  2. Informar a los empleados de la necesidad de controlar los costes, e incentivarles con bonus para que consigan ahorros económicos para la empresa.
  3. Negociar los contratos con los proveedores de manera periódica, con el objetivo de obtener unas mejores condiciones y unos descuentos superiores.
  4. Fijar previamente unos objetivos a alcanzar en cuanto a la reducción de costes se refiere, premiando a aquellos departamentos que los consigan.
  5. Realizar un exhaustivo análisis y llevar una revisión mensual de los gastos, comparándolos con los del año anterior en el mismo periodo, para así ver la evolución y tomar medidas si es necesario.

Conclusión

El control de costes de una empresa a través de la realización de unos presupuestos y de su seguimiento se traducirá en una importante reducción tanto de las pérdidas como de los gastos y, por tanto, en un aumento de la rentabilidad que potenciará el crecimiento de la empresa de cara al futuro.